Si bien es verdad que los requerimientos están aumentados por todos y cada uno de los tejidos y órganos que hay que formar, solo se debe ingerir lo estipulado por los expertos de la salud. La opción mejor es hacer una pauta nutricional variada que reduzca el riesgo de experimentar déficits nutricionales que condicionen la salud de la madre y del feto. Deben manifestarse todos los días alimentos como carnes, pescados, huevos y lácteos. Eso sí, siempre asegurando la cocción completa de los mismos, o la esterilización en la situacion de los lácteos y derivados. Esta es la razón por la que, la nutrición de la mujer en edad reproductiva tiene una particular relevancia siendo aún mucho más relevante a lo largo de la gestación.
Ten un embarazo saludable Las mujeres embarazadas deben charlar con su médico, enfermera o farmacéutico antes de tomar un remedio. Como todas estas funcionalidades están involucradas en el crecimiento y la división celular, el zinc es importante para el avance del feto. Las mejores fuentes de zinc son pollo, pavo, jamón, camarones, cangrejo, ostras, carne, pescado, productos lácteos, frijoles, mantequilla de maní, nueces, semillas de girasol, jengibre, cebollas, salvado, germen de trigo, arroz, pasta, cereales, huevos, lentejas y tofu. Estudiosos británicos y brasileños informaron en la gaceta PLoS ONE que las mujeres embarazadas que comían mariscos tenían escenarios más bajos de ansiedad en comparación con las que no lo hacían.
Control médico de la embarazada
Sin embargo, en muchos lugares del mundo el estado nutricional de las mujeres es inaceptablemente precario. El ejercicio siempre será conveniente para el confort de la madre y el bebé. No obstante, se requiere de autorización médica para hacerlo, ya que en varias condiciones, como placenta anterior o amenazas de parto prematuro, estaría contraindicado. Los ejercicios más seguros para realizar son los de intensidad leve a moderada, como caminar, nadar o realizar bicicleta estática a baja agilidad. Son varios los factores socioculturales que influyen en las preferencias y opiniones de la embarazada. En varios puntos, su conducta en la nutrición se deja llevar por mitos, tabúes o incluso mensajes de pseudo expertos de la salud, tal como lo explica un grupo de especialistas.
Lácteos
Proponer una aceptable nutrición en el embarazo se considera crucial para sostener un buen estado de salud. Tanto la madre como el feto se verán favorecidos del planteo de una pauta sobre nutrición que logre agradar los requerimientos diarios. Aun será necesario complementar con ciertos suplementos para evitar déficits. La mitad de las mismas han de ser de prominente valor biológico, esto es, con todos los aminoácidos esenciales y una buena puntuación en cuanto a digestibilidad. Por este motivo, no es recomendable proponer una dieta vegana ahora mismo de la vida, ya que pone en riesgo el acertado aporte de proteínas de calidad. Las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar estreñimiento a lo largo del embarazo; comer mucha fibra les ayuda a reducir ese peligro. Los estudios demostraron que comer mucha fibra durante el embarazo reduce el riesgo o la gravedad de las hemorroides, que asimismo se vuelven más frecuentes a medida que el feto medra.
Factores que influyen en tus necesidades calóricas
Si la dieta materna no aporta los nutrientes y energía primordiales, van a ser captados de las reservas maternas resguardando el crecimiento y desarrollo fetal. El organismo materno puede amoldarse a estas situaciones cambiando la aptitud de utilización de los nutrientes. Por Skriverlindholm.livejournal.com este motivo, las mujeres sanas con un adecuado estado nutricional antes del embarazo, podrían desarrollar su gestación sin necesitar aporte plus de nutrientes. Tomar buenas resoluciones sobre tu alimentación puede guiarte a tener un embarazo saludable y un bebé sano. Acá te ofrecemos algunas ideas para guiarte a comer sanamente durante el embarazo.
